Presionar las piezas dentales de forma mecánica, puede generar consecuencias en la salud y afectar la vida de quien lo sufre.

Presionar los dientes en algún momento no da mucha importancia, pero si se hace de manera constante y sin control, incluso cuando se duerme, se estaría hablando problema delicado, que puede terminar ocasionando dolor moderado en la mandíbula o en la zona de las cercales, hasta insomnio que afecta por completo el descanso.

Dicha patología, puede afectar a todo tipo de personas, sin importar la edad, inclusive personas de edad avanzada, que ya no tienen completos todos los dientes naturales, inclusive personas con prótesis. El bruxismo se presenta cuando existe la disfunción de la articulación temporomandibular o ATM. La ATM interviene en las oclusiones dentarias, lo que hace posible que las funciones de masticar o hablar, resulten sencillas.

Sumado a la tensión y el estrés y a una oclusión deficiente, se conoce generalmente como morder mal. Según el Consejo de Dentistas de España, estos factores son los que pueden llevar al bruxismo. Apretar las piezas dentales de manera constante y de forma inconsciente, ocasiona el desgates de los dientes, inclusive puede ocasionar leves lesiones en la cavidad bucal. De igual forma, los profesionales indican que muchas veces pueden producir dolor de cabeza o migraña.

 

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Clasificación del bruxismo y los tratamientos

Este padecimiento se manifiesta tanto en el día como en la noche, es decir, que una persona puede apretar las piezas dentales despierta o cuando duerme. En el segundo caso, aparte de simplemente apretar las piezas dentales, por lo general se produce un movimiento en donde los dientes rechinan y rozan, los superiores con los dientes inferiores, lo que ocasiona un desplazamiento hacia los laterales.

La sociedad Española del Sueño o la SES, indica que el bruxismo por las noches suele ser menos usual, afectando a un 8 % de las personas aproximadamente. Mientras que en personas de edad avanzada, con más de 65 años de edad, el porcentaje de individuos afectados disminuye al 3 %.

El bruxismo es una patología que en algunas ocasiones puede desaparecer de forma espontánea, en especial si se ha originado de forma pasajera por algún episodio de estrés, en otros casos el dolor no se calma fácilmente, por lo que se deben seguir algunos tratamientos, tales como las férulas de descarga. Estas permiten al recolocación de las piezas dentales y que los músculos que intervienen en la deglución, se relajen de forma gradual. Por lo que suele ser uno de los más usados en la odontología.

También se utiliza la fisioterapia, la cual brinda algunas soluciones en cuanto a la musculatura de la cara, permitiendo la recuperación de las funciones elementales. En algunas ocasiones, los especialistas  pudiesen recomendar el uso de medicamentos específicos o de dietas especiales, así como también posturales.

 

Tratamientos en casa

Por otro lado, el paciente puede aprender a realizar técnicas para relajarse y evitar la ansiedad y las situaciones de estrés. Así como también acudir a un fisioterapeuta para aprender a realizar ejercicios de estiramiento, de manera que la recuperación de los músculos y articulaciones sea más rápida. Esto debe ejecutar hasta que se convierta en una costumbre.

De igual forma, deben tratar de implementarse hábitos de sueño, que permitan mejorar el descanso nocturno del paciente.

Hacer masajes en los músculos faciales, en el cuello y en los hombros, de manera que la sensación de dolor disminuya un poco.

En la parte de la dieta, se deben evitar los alimentos duros que resulten difíciles de masticar, y además hacer una hidratación adecuada.

Aplicar compresas de calor húmedas puede mejorar la sensación de dolor y reducir la inflamación, en caso tal de que se presentara.

En general, el tratamiento para el bruxismo tiene como finalidad disminuir lo más que se pueda el dolor, así como también se trata de evitar que se ocasionen daños irreversibles en las piezas dentales.

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