Le llegó la hora a Dentix, la quiebra de clínicas dentales continúa, acentuada por el impacto de la pandemia. Alrededor de 3.200 trabajadores, cifra que representa casi la totalidad de sus empleados en territorio español, fueron excluidos con un ERTE. Lo que en efecto, disminuyó su plantilla en un 50% a mediados de junio.

Ahora el futuro de más de 3000 profesionales del sector odontológico está en juego, en espera del concurso voluntario de acreedores, que presentó Dentix ante un juzgado de Madrid.

Dentix es la cuarta cadena de clínicas que cae en quiebra. Funnydent cerró en 2016 y dejó a la deriva a miles de pacientes, Vitaldent fue puesta a orden judicial por estafa ese mismo año. Luego iDental cerró en 2018, por estar incapacitada de cubrir todas las deudas contraídas, y ahora Dentix está espera para renegociar su deuda.

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En este sentido, factores como la escasa cobertura en los seguros odontológicos y las altas tarifas de los especialistas independientes, han facilitado el camino. Aunado a la fuerte crisis sanitaria y al impacto de la pandemia en el sector. La actividad de los odontólogos en las clínicas se redujo casi en su totalidad, a causa de las medidas restrictivas.

Así, después de negociar en vano con los acreedores, Dentix se vio en la necesidad de llevar el preconcurso de acreedores al juzgado. Cabe destacar que uno de los principales acreedores es una de las grandes entidades financieras de España.

La problemática por la que atraviesa Dentix, es que el pasivo alcanza los 240 millones de euros, incluyendo la deuda contraída con los proveedores. Los cuales han tenido problemas para cobrar en los últimos meses, así como los médicos que trabajan en las clínicas

La verdad de las cadenas de clínicas dentales en España

Las clínicas dentales en España han pasado por un camino tortuoso, entre fraudes, ambición y escándalos. Los clientes son los más afectados pues han quedado con tratamientos a medio hacer y sin tener acceso a especialistas calificados.

Las diferentes cadenas dentales han ofrecido moderar los precios y dar también facilidades de pago, pero no se cumplió a cabalidad. De materializar estos ofrecimientos con el procedimiento adecuado la situación sería diferente.

Sin embargo, era necesario que gran cantidad de pacientes visitara diariamente las clínicas, lo que generó que los tratamientos se financiaran a cualquier persona y la calidad del servicio disminuyera. Inclusive, hubo gran cantidad de reclamos por supuesta mala praxis, ante los colegios oficiales de dentistas.

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Además de esta situación, se suma la ambición de parte de algunos propietarios de las cadenas de clínicas. Que buscaban expandirse cada vez más, sin considerar el crecimiento de sus deudas y su capacidad de pago. Se dedicaron simplemente a hacer crecer su patrimonio a costa de sus empresas, desviando dinero a paraísos fiscales.

Dentix es así, la última cadena de clínicas dentales que se fue a pique. Una clínica que creó en 2001 el especialista Ángel Lorenzo Muriel, en el barrio de Pueblo Nuevo en Madrid. Y con esta primera clínica en funcionamiento, en 10 años ya había establecido 300, tanto en España como en otros países.

Todas estas clínicas en propiedad, no bajo franquicia, en países como Colombia, México, Chile, Italia y en el Reino Unido. Apoyándose en una fuerte publicidad bajo el lema “una nueva forma de hacer odontología”.

Utilizó para la campaña publicitaria, personajes famosos. Tales como futbolistas Iker Casillas y Andrés Iniesta, Eduardo Noriega actor o Cristina Pedroche, presentadora de TV. Una campaña que posteriormente fue vetada y prohibido el uso de este tipo de personajes. El Tribunal Supremo alegó que para productos y servicios sanitarios no era aceptable.

El negocio de Dentix se mantenía a flote concediendo crédito a sus clientes, luego créditos a bancos y a inversores haciendo descuento, a cambio de dinero en efectivo. Sin embargo, en 2019, ya esta fuente de financiamiento no era efectiva y se complicaba. Debido al gran volumen acumulado de deuda y a los impagos crecientes cada vez más.

Ya en 2020 KKR principal acreedor de Dentix, permitió convertir un crédito de 160 millones de euros que estaba pendiente desde 2016 en acciones. De igual forma, a consentir una ampliación de capital de 40 millones, lo que se pensó ayudaría a Dentix a recuperarse. Pero el fondo estadounidense negó la solicitud porque, alegó que la información era errónea.

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